Borderlands 2: La Campaña de Carnage del Señor Torgue para PlayStation 3 es una combinación de acción explosiva y oportunidades perdidas. Como entusiasta de los videojuegos retro experimentado, estaba emocionado por sumergirme en esta nueva historia y ver si podía capturar la magia de los juegos clásicos de antaño. Aunque el juego tiene momentos nostálgicos encantadores, falla en varias áreas clave, lo que le vale una calificación mediocre de 4 de 10.
Una de las características destacadas de la Campaña de Carnage del Señor Torgue es su jugabilidad intensa y explosiva. La acción es rápida y llena de adrenalina, capturando la esencia de los shooters de arcade clásicos. La satisfacción de abatir hordas de Biker Bandits es innegablemente gratificante y el juego logra mantener al jugador comprometido con su constante oleada de enemigos. Los fanáticos de los shooters retro se sentirán como en casa en este mundo caótico y explosivo.
Sin embargo, donde la Campaña de Carnage del Señor Torgue falla es en su narrativa poco inspirada y en el desarrollo de personajes. Si bien la premisa de luchar por el Gran Botín y convertirse en campeón suena emocionante en teoría, la ejecución resulta floja. La historia se siente desarticulada y carente de sustancia, sin lograr sumergir por completo al jugador en el mundo de Pandora. Los personajes que dan misiones, como Tiny Tina y Moxxi, que deberían haber proporcionado recompensas adicionales y momentos memorables, terminan sintiéndose como meros dispositivos argumentales, dejando a los jugadores deseando más profundidad e interacciones significativas.
Además, la dificultad aumenta de forma más frustrante que desafiante en el juego, especialmente para los jugadores solitarios. Los niveles más altos incrementan la resistencia a un grado extremo, casi volviéndolo imposible de avanzar sin la ayuda de amigos. Si bien el juego cooperativo puede ser divertido, no debería ser un requisito para una experiencia satisfactoria en modo de un solo jugador. Esta elección de diseño se siente como una oportunidad perdida para capturar la esencia de los juegos clásicos que eran igualmente disfrutables tanto solos como con amigos.
Aunque la Campaña de Carnage del Señor Torgue intenta evocar la nostalgia de los juegos clásicos, en última instancia no logra recapturar esa magia. La jugabilidad es explosiva y divertida en ráfagas cortas, pero la narrativa poco inspirada, los personajes poco desarrollados y la dificultad excesiva en el juego en solitario restan valor a la experiencia general. Los entusiastas de los videojuegos retro pueden encontrar algo de diversión en este DLC, pero no cumple con los estándares establecidos por sus predecesores. Con una calificación de 4 de 10, es difícil recomendar plenamente esta adición al universo de Borderlands 2.