En Dead Rising 4: Frank Rising para Xbox One, Capcom Vancouver nos lleva en un viaje nostálgico a Willamette, explorando las secuelas de otro brote. En esta ocasión, tenemos la oportunidad de presenciar lo que le sucede a nuestro amado protagonista, Frank, después de infectarse él mismo. La historia se desarrolla con Frank vagando por la ciudad, mostrando una imagen golpeada y ensangrentada, consumido por un ansia insaciable de festín.
El juego comienza con una premisa intrigante, ofreciendo un giro único a la típica narrativa de supervivencia zombie. Se adentra en las repercusiones de la infección, sumergiéndose en la lucha de Frank mientras se abre camino entre hordas de no muertos. Aunque el concepto en sí es intrigante, lamentablemente deja mucho que desear en varios aspectos, resultando en una experiencia bastante decepcionante.
Un aspecto que no cumple las expectativas son los mecánicas de juego en general. Como entusiastas experimentados de los videojuegos retro, buscamos constantemente esa sensación auténtica que nos transporta a la época dorada del gaming. Sin embargo, Dead Rising 4: Frank Rising no logra cumplir con esto. Los controles se sienten algo torpes y poco responsivos en ocasiones, lo cual afecta la experiencia en general, volviéndola frustrante y restando inmersión.
Además, el diseño de niveles carece del encanto e ingenio que hicieron que los juegos clásicos fueran tan memorables. Los entornos a menudo se sienten repetitivos y poco inspirados, sin capturar el espíritu de exploración y descubrimiento que anhelamos. Es una oportunidad perdida para rendir homenaje a la era del gaming retro al incorporar secretos intrigantes o caminos ocultos que mantengan a los jugadores comprometidos y emocionados.
A pesar de estas deficiencias, Dead Rising 4: Frank Rising tiene sus cualidades redentoras. Los gráficos y el diseño de sonido dan en el blanco, creando efectivamente una atmósfera oscura e inquietante que sumerge a los jugadores en el caótico mundo de Willamette. Los gemidos inquietantes de los infectados y la hermosa pero espeluznante música crean un sentido de previa, recordándenos los juegos de horror nostálgicos con los que crecimos.
Además, el juego ofrece una variedad de armas y habilidades que agregan una capa de profundidad estratégica al juego. Desde armas cuerpo a cuerpo improvisadas hasta dispositivos explosivos, los jugadores tienen un arsenal a su disposición para deshacerse creativamente de los no muertos. Este aspecto del juego, reminiscente de títulos clásicos, inyecta un elemento de diversión y emoción en una experiencia en general poco impresionante.
En conclusión, Dead Rising 4: Frank Rising para Xbox One intenta explorar territorio inexplorado dentro de la icónica serie Dead Rising. Aunque introduce una premisa intrigante y cuenta con gráficos y diseño de sonido dignos de elogio, se queda corto en términos de mecánicas de juego y diseño de niveles. Los entusiastas de los juegos retro pueden encontrar algún placer nostálgico en la variedad de armas y habilidades, pero en general, la experiencia no logra capturar verdaderamente el espíritu del juego clásico. Para aquellos que buscan una experiencia de juego retro auténtica, hay otros títulos que satisfacen mejor ese deseo.