Splatterhouse para Xbox 360 es un juego que intenta rendir homenaje al hito de los salones recreativos de 1988, pero se queda corto en muchas áreas. El juego combina elementos de horror y combate visceral para crear una experiencia de juego única, pero desafortunadamente no cumple con sus promesas.
La historia sigue a Rick Taylor, estudiante universitario, que se embarca en una misión para rescatar a su novia, Jennifer, de la misteriosa y deteriorada Mansión West. En el camino, se encuentra con criaturas grotescas y encuentra una máscara mística que le otorga un inmenso poder. La premisa promete una narrativa atractiva, pero en última instancia se queda sin profundidad y sustancia.
Una de las cualidades redentoras del juego es su sistema de combate, que permite a los jugadores desatar combos brutales cuerpo a cuerpo y utilizar una variedad de armas improvisadas. La capacidad de reanimar a los enemigos caídos para que luchen junto a Rick añade un elemento estratégico al juego. Sin embargo, a pesar de estas características, el combate rápidamente se vuelve repetitivo y carece de la profundidad necesaria para captar el interés de los jugadores a largo plazo.
Los fanáticos de los videojuegos retro apreciarán la sensación nostálgica que Splatterhouse intenta evocar. Los desarrolladores han hecho esfuerzos para incorporar aspectos que recuerdan a los juegos clásicos, como la capacidad de explorar el entorno balanceándose en salientes y saltando grandes distancias. Estos elementos pueden traer gratos recuerdos de títulos antiguos, pero no logran salvar la experiencia general.
Visualmente, Splatterhouse no impresiona. Los gráficos son mediocres, plagados de problemas técnicos y texturas deficientes. Además, el juego sufre de caídas frecuentes en la velocidad de fotogramas y fallos, lo que afecta significativamente la inmersión y el disfrute.
Si bien el juego podría haber tenido el potencial de ser una exitosa adaptación moderna de un clásico retro, Splatterhouse no cumple con las expectativas tanto de los entusiastas de los videojuegos retro como de los nuevos jugadores. Su historia subdesarrollada, jugabilidad repetitiva y problemas técnicos impiden que esté a la altura de las expectativas. Para aquellos que buscan una experiencia de horror llena de nostalgia, sería prudente buscar en otro lado.