Call of Duty: Black Ops II para la WIIU es un juego que intenta llevar la franquicia al terreno de la guerra de un futuro cercano, con resultados mixtos. Como alguien experimentado y entusiasta de los juegos retro, puedo apreciar el esfuerzo por incorporar elementos de nostalgia en un entorno moderno. Sin embargo, no logra capturar la esencia de los juegos clásicos que hicieron que la serie fuera tan querida.
Un aspecto que evoca una sensación nostálgica es la inclusión de mecánicas de juego clásicas de Call of Duty, como enfrentamientos intensos y acción acelerada. Es un recordatorio de los momentos llenos de adrenalina que hicieron que la franquicia fuera famosa. El juego también presenta a Raul Menendez, un villano cautivador que agrega profundidad a la narrativa y nos recuerda a los memorables antagonistas de antaño.
La integración de tecnología de un futuro cercano y robótica avanzada en el juego es un intento loable de inyectar frescura a la serie. La capacidad de controlar drones y otros activos robóticos añade una capa de profundidad táctica, reminiscente de los juegos clásicos en los que los jugadores debían planificar cada movimiento. Nos transporta a los días en los que los videojuegos no eran solo disparar sin pensar, sino que requerían una cuidadosa planificación y ejecución.
Sin embargo, donde Call of Duty: Black Ops II no logra cumplir es en su ejecución. Los gráficos en la versión de WIIU son mediocres, no cumplen con los estándares establecidos por sus predecesores en otras plataformas. Además, se presentan caídas ocasionales de la velocidad de fotogramas y problemas técnicos, lo que compromete la experiencia inmersiva que el juego pretende ofrecer.
Además, la historia del juego, aunque intrigante al principio, termina siendo confusa y se pierde en su camino. El cambio entre las eras pasadas y futuras puede resultar desorientador y la narrativa no logra brindar una gratificación satisfactoria. Se siente como una oportunidad desaprovechada para crear una historia cohesiva y atractiva que podría haber sido un verdadero homenaje a los clásicos.
En cuanto al modo multijugador, Black Ops II ofrece la experiencia en línea familiar que los fanáticos esperan. Sin embargo, la versión de Wii U sufre debido a la falta de jugadores, lo que provoca tiempos de emparejamiento más largos y menos modos de juego disponibles. Para una serie conocida por su habilidad en el multijugador, esto es una decepción y disminuye el potencial para momentos nostálgicos de intensas batallas multijugador con amigos.
En general, Call of Duty: Black Ops II en la WIIU es un noble intento de llevar encanto retro a la era moderna. Si bien tiene éxito al capturar algunos elementos de nostalgia, se queda corto en ejecución y no logra ofrecer la experiencia inmersiva que los fanáticos esperan. Para aquellos que buscan una verdadera experiencia nostálgica, puede ser mejor recurrir a los clásicos en lugar de confiar en esta entrega.