Wulverblade es un valiente intento de capturar el espíritu de los clásicos beat 'em ups de desplazamiento lateral como Golden Axe y Knights of the Round. Como entusiasta veterano de los videojuegos retro, puedo apreciar los esfuerzos del desarrollador por recrear la nostalgia de esos queridos títulos. La ambientación del juego en la antigua Britania durante la invasión romana establece inmediatamente el escenario para una batalla épica, y el estilo artístico sombrío y crudo aporta un sentido auténtico.
Una de las características destacadas de Wulverblade es su sólido sistema de combate. Los jugadores tienen una variedad de movimientos a su disposición, incluyendo ataques ligeros y fuertes, agarres y habilidades especiales. Dominar estos movimientos es crucial para sobrevivir al implacable ataque de los enemigos. El combate se siente contundente y satisfactorio, recordando a los clásicos beat 'em ups antiguos. Es un deleite desatar una ráfaga de ataques sobre hordas de soldados romanos, y la variedad de tipos de enemigos mantiene el juego fresco.
Los niveles de Wulverblade están meticulosamente diseñados, ofreciendo una mezcla de desafíos de plataformas, peligros ambientales y encuentros de combate estratégico. Cada etapa se siente única y la atención al detalle es encomiable. Desde los exuberantes bosques hasta los históricos fuertes romanos, la dirección artística transporta a los jugadores en el tiempo, mejorando aún más la sensación nostálgica.
Sin embargo, a pesar de sus loables intentos por capturar la esencia de los beat 'em ups retro, Wulverblade se queda corto en algunas áreas. La curva de dificultad puede ser pronunciada, rozando la frustración a veces. Si bien los jugadores experimentados pueden disfrutar del desafío, puede disuadir a jugadores más casuales de disfrutar plenamente de la experiencia. Además, la falta de opciones multijugador es una oportunidad desaprovechada. Los beat 'em ups clásicos eran conocidos por su jugabilidad cooperativa y Wulverblade podría haberse beneficiado de una función similar.
Además, la presentación general del juego deja algo que desear. Los visuales, aunque auténticos en su gloria pixelada, carecen del pulido y la destreza de los títulos indie modernos. La banda sonora, aunque funcional, no alcanza las alturas memorables de los clásicos retro que busca emular. Estos problemas pueden no ser decisivos para los entusiastas acérrimos de los videojuegos retro, pero sí empañan la experiencia general.
En conclusión, Wulverblade es una oferta sólida para aquellos que anhelan un sabor del género vintage de los beat 'em ups. Su combate, diseño de niveles y atención al detalle evocan una sensación de nostalgia que resonará con los entusiastas de los videojuegos retro. Aunque tiene sus deficiencias en cuanto a dificultad y presentación, el juego logra transportar a los jugadores a una era pasada de peleas de arcade. Con un poco de pulido y algunas características adicionales, podría realmente competir con los clásicos que lo inspiraron.