Dishonored 2, la esperada secuela del aclamado Dishonored, transporta a los jugadores a la viva y atmosférica ciudad costera de Karnaca. Al ponerte en la piel de Corvo Attano o Emily Kaldwin, te sumerges de inmediato en un mundo donde cada decisión tiene consecuencias de peso.
No se puede evitar apreciar los impresionantes y meticulosos entornos que Arkane Studios ha dado vida. Desde las bulliciosas calles hasta las mansiones en decadencia, cada rincón de Karnaca se siente vivo con un sentido de historia e intriga. La atención al detalle es notable, con cada ubicación ofreciendo una gran cantidad de secretos ocultos y caminos alternativos, recordando a la época dorada de la exploración en los videojuegos retro.
El propio juego es una mezcla encantadora de sigilo y acción, que permite a los jugadores enfrentar desafíos a su propio estilo único. Ya sea que prefieras acechar en las sombras, eliminando silenciosamente a los enemigos, o enfrentarte audazmente a ellos de frente con tus habilidades sobrenaturales, Dishonored 2 ofrece un satisfactorio arsenal de opciones. La libertad para abordar las misiones desde diferentes ángulos recuerda a los juegos clásicos que recompensaban la creatividad y la adaptabilidad de los jugadores.
Además, Dishonored 2 destaca realmente por su profundidad narrativa y elección del jugador. Las consecuencias de tus acciones se extienden por todo el juego, afectando no solo la historia, sino también al mundo mismo. El rico lore y los personajes cautivadores contribuyen a una experiencia verdaderamente inmersiva, que rememora los días en que la narrativa era primordial en los videojuegos.
Sin embargo, como ocurre con cualquier juego, Dishonored 2 no está exento de sus fallos. Me duele decir que los problemas técnicos, especialmente en la plataforma de PC, obstaculizan la grandeza potencial del juego. Las caídas de fotogramas, los largos tiempos de carga y los fallos ocasionales empañan la experiencia por lo demás fluida. Es decepcionante ver tales problemas en un juego que tenía el potencial de ser una obra maestra.
Además, el nivel de dificultad general puede disuadir a algunos jugadores que están acostumbrados a juegos modernos más indulgentes. Dishonored 2 requiere pensamiento cuidadoso y planificación, recompensando la paciencia y la perseverancia. Si bien esto puede evocar nostalgia por el desafío de los juegos retro, también puede resultar frustrante para quienes buscan una experiencia más casual.
En conclusión, Dishonored 2 es un juego que captura con éxito la esencia del juego clásico al tiempo que ofrece una experiencia única e inmersiva. El mundo de Karnaca, la jugabilidad interesante y las elecciones impactantes del jugador contribuyen a un viaje nostálgico que los entusiastas de los juegos retro apreciarán. A pesar de sus problemas técnicos y su dificultad alta, Dishonored 2 sigue siendo una adición digna a cualquier biblioteca de juegos.