En el mundo de los videojuegos retro, existen joyas ocultas y luego están los juegos como I-Ninja para GameCube, que desafortunadamente caen en la última categoría. Desarrollado por Argonaut Games y publicado por Namco, I-Ninja intenta capturar la esencia de los plataformas clásicos con su protagonista pequeño pero feroz y una jugabilidad que desafía la gravedad. Sin embargo, a pesar de sus promesas de dominio ninja y batallas épicas, este juego no logra ofrecer una experiencia verdaderamente satisfactoria.
Uno de los aspectos más destacables de I-Ninja es su encantador estilo artístico, reminiscente del manga y los plataformas clásicos. Los colores brillantes y los diseños de personajes exagerados le dan al juego una sensación nostálgica, evocando la época dorada de los videojuegos. Las misiones e entornos imaginativos refuerzan aún más esta atmósfera nostálgica, ya que los jugadores atraviesan paisajes diversos y se enfrentan a una variedad de enemigos. Es evidente que los desarrolladores pensaron cuidadosamente en crear un mundo visualmente atractivo que capturara la atención de los entusiastas de los videojuegos retro.
Sin embargo, donde I-Ninja se queda corto es en la ejecución de las mecánicas de juego. Si bien el concepto de un ninja ágil luchando contra un villano malvado y su ejército suena emocionante en teoría, el juego en sí no logra cumplir con su promesa. En ocasiones, los controles se sienten torpes y poco receptivos, lo que hace que los movimientos precisos en las plataformas y en el combate sean frustrantes y poco gratificantes. Además, el diseño de niveles carece de la profundidad y el desafío que los entusiastas de los videojuegos retro anhelan, lo que a menudo lleva a una jugabilidad repetitiva y poco inspirada.
Un aspecto de I-Ninja que merece elogios es la variedad de armas a disposición del protagonista. Desde shurikens y espadas hasta cañones de aire comprimido y lanzacohetes, los jugadores tienen una amplia gama de herramientas para derrotar a sus enemigos. Esto añade un elemento de pensamiento estratégico al juego, ya que cada enemigo puede tener debilidades diferentes y requerir armas específicas para ser derrotado. Es una lástima, sin embargo, que los controles decepcionantes y el diseño de niveles impidan a los jugadores disfrutar por completo de las satisfactorias mecánicas de combate.
En cuanto a la rejugabilidad, I-Ninja no logra proporcionar una experiencia que mantenga a los jugadores volviendo por más. Si bien hay varias misiones y mini-tareas para abordar, la falta de profundidad y variedad en la jugabilidad impide que el juego sumerja verdaderamente a los jugadores en su mundo. Además, la falta de una narrativa convincente o desarrollo de personajes dificulta que los jugadores se involucren emocionalmente en la historia, lo que reduce aún más el atractivo a largo plazo del juego.
En general, I-Ninja para GameCube es una experiencia visualmente encantadora pero en última instancia decepcionante. Si bien puede atraer a los entusiastas de los videojuegos retro que buscan un breve viaje nostálgico, sus controles torpes y su jugabilidad poco inspirada impiden que capture verdaderamente la magia de los plataformas clásicos. Con una calificación de 4/10, I-Ninja desafortunadamente no cumple con los estándares establecidos por sus predecesores en el género.