XBLAZE Code: Embryo para PlayStation VITA lleva a los jugadores a un viaje nostálgico a través del mitos de BlazBlue, ambientado 150 años antes de los eventos del famoso BlazBlue: Calamity Trigger. Como entusiasta retro de los videojuegos, me vi cautivado por el formato de novela visual del juego, que me permitió sumergirme en una rica narrativa que arroja luz sobre los eventos que preceden la épica jornada de Ragna the Bloodedge.
El juego nos presenta a Touya Kagari, un estudiante de instituto aparentemente ordinario cuyo mundo se trastorna repentinamente cuando se convierte en el objetivo de un ataque sobrenatural. Aparece Es, una chica misteriosa que lo salva de las garras de la criatura de otro mundo, y el dúo comienza una jornada que desentraña los secretos del universo BlazBlue.
Uno de los aspectos que realmente capturó mi atención fue la capacidad del juego para evocar una sensación de nostalgia. Los desarrolladores de Arc System Works lograron impregnar a XBLAZE Code: Embryo de elementos que rememoran los juegos clásicos, dándole un distintivo aire retro. Desde el estilo artístico pixelado hasta la banda sonora llena de sintetizadores, el juego transporta con éxito a los jugadores a una era pasada de los videojuegos.
Sin embargo, aunque aprecio el encanto nostálgico del juego, debo admitir que XBLAZE Code: Embryo se queda corto en ciertas áreas. La jugabilidad en sí es limitada, principalmente consistente en leer y tomar decisiones que conducen a diferentes ramificaciones de la historia. Si bien las novelas visuales no son conocidas por su interactividad, no pude evitar desear un poco más de participación.
Además, el ritmo de la historia puede ser lento en ocasiones, con largas exposiciones y secuencias de diálogo. Si bien esto puede resultar atractivo para los fanáticos acérrimos de la franquicia BlazBlue que anhelan una comprensión más profunda de la historia, puede resultar agotador para los jugadores que buscan una experiencia más llena de acción.
En general, XBLAZE Code: Embryo para PlayStation VITA es una experiencia agridulce. Por un lado, ofrece una narrativa cautivadora que explora el universo de BlazBlue de manera nostálgica, atrayendo tanto a los fanáticos de la franquicia como a los entusiastas de los videojuegos retro. Por otro lado, su jugabilidad limitada y su ritmo lento pueden decepcionar a aquellos que prefieren una experiencia de juego más dinámica. Con una calificación de 3/10, el juego no logra alcanzar todo su potencial, pero todavía tiene valor para aquellos que buscan sumergirse más profundamente en el mitos de BlazBlue.