Final Fantasy XIV: Heavensward lleva a los jugadores en un viaje a la ciudad-estado de Ishgard, una tierra sumida en un conflicto milenario con los feroces dragones de la Horda Dravaniana. Como entusiastas experimentados de los videojuegos retro, no podemos evitar apreciar el compromiso del juego con su rica historia y la construcción de su mundo. Square Enix ha capturado realmente la esencia de los RPG clásicos con esta expansión.
Una de las características destacadas de Heavensward es su envolvente historia. A medida que los jugadores descubren las antiguas verdades enterradas en la sangrienta historia de Ishgard, se ven envueltos en la épica Guerra de los Cánticos de los Dragones. Este clásico relato de luz contra oscuridad recuerda a las narrativas que se encuentran en los RPG retro de antaño, brindando a los jugadores una sensación nostálgica que a menudo falta en los títulos modernos.
Square Enix tampoco ha escatimado en los aspectos visuales. Los impresionantes gráficos y la atención al detalle transportan a los jugadores directamente a la época dorada de la era de PlayStation 1. Desde los exuberantes paisajes hasta los modelos de personajes intrincadamente diseñados, Heavensward rezuma ese encanto retro que todos conocemos y amamos.
Si bien los aspectos de exploración y narración del juego son encomiables, es lamentable que la jugabilidad en sí misma se quede corta. El combate se siente torpe y carece de la fluidez que esperamos de los RPG modernos. Las batallas a menudo pueden convertirse en pulsar botones repetitivamente, dejando poco espacio para la estrategia o la toma de decisiones tácticas.
Además, el ritmo de Heavensward deja mucho que desear. La lenta progresión narrativa y las misiones secundarias poco interesantes pueden hacer que el juego parezca una carga en ocasiones. Como entusiastas experimentados de los videojuegos retro, estamos acostumbrados a aventuras emocionantes y rápidas, y Heavensward no alcanza esta marca.
A pesar de sus fallos, Final Fantasy XIV: Heavensward es una adición encomiable a la serie Final Fantasy. Su dedicación a la narración y la construcción del mundo le merece elogios de los entusiastas del juego retro que aprecian una experiencia rica e inmersiva. Sin embargo, los mecánicos de juego mediocres y el ritmo poco emocionante lo impiden alcanzar las alturas de sus predecesores clásicos. Con algunos ajustes y mejoras, Heavensward podría haber sido un título realmente destacado.